miércoles, 7 de enero de 2015



Allan Kardec

Allan Kardec (Lyon3 de octubre de 1804-París31 de marzo de 1869) es el seudónimo utilizado por el pedagogo y escritor Hippolyte Léon Denizard Rivail, considerado el sistematizador de la doctrina llamada espiritismo.

Rivail cursó sus primeros estudios en Lyon y los completó en Yverdon (Suiza), como discípulo y colaborador del pedagogo suizo Johann Heinrich Pestalozzi. No realizó estudios universitarios.
Alegaba conocer los idiomas alemáninglésitaliano español y neerlandés.1 En 1831 pasó a formar parte de la Real Academia de Arras. En 1824 Rivail ya se había trasladado a París, donde se dedicó a la enseñanza, primero en la institución fundada por él mismo sobre el modelo del centro de Pestalozzi, y más tarde de forma privada, cuando problemas económicos le obligaron a la liquidación de su instituto y a desenvolverse como tenedor de libros y como contable de tres casas de comercio, además de ocuparse en la traducción de obras inglesas y alemanas.2 En 1832 contrajo matrimonio con la institutriz Amelia Boudet, nueve años mayor que él, y fue en este periodo de su vida cuando elaboró y publicó los siguientes libros:
  • 1828: Plan propuesto para el mejoramiento de la instrucción pública.
  • 1829: Curso práctico y teórico de aritmética, según el método de Pestalozzi, con modificaciones.
  • 1831: Gramática francesa clásica.
  • 1846: Manual de los exámenes para los diplomas de capacidad.
  • 1848: Catecismo gramatical de la lengua francesa.
Un segundo periodo biográfico comenzó para Rivail cuando, en 1854, oyó hablar por primera vez del fenómeno de las «mesas parlantes», al que solo empezó a conceder crédito tras haber sido testigo, en mayo de 1855, de inexplicables fenómenos relacionados con mesas ambulatorias y giratorias o «danzantes», así como con la llamada «escritura automática». Persuadido de la existencia de una región espiritual habitada por almas inmortales desencarnadas con las que era posible comunicarse, Rivail se decidió a examinar una voluminosa colección de escritos psicográficos que le proporcionaron amigos espiritistas interesados en su juicio y empezó a asistir con regularidad a sesiones, preparado siempre con una serie de preguntas que le eran respondidas de «manera precisa, profunda y lógica», a través de los sujetos a los que el espiritismo denomina «médiums», porque actúan como intermediarios en las comunicaciones con las supuestas almas desencarnadas. Toda esta materia, debidamente «repasada y corregida» por la entidad espiritual que se identificó ante Rivail como «la Verdad», sirvió de base al cuerpo de doctrina de El libro de los espíritus, su obra aparecida el 18 de abril de 1857, cuya primera edición se agotó en pocos días, llegándose a la decimosexta en vida del autor.3

En los prolegómenos de esta obra se lee:
Los espíritus anuncian que los tiempos designados por la providencia para una manifestación universal han llegado ya, y que siendo ministros de Dios y agentes de su voluntad, su misión es la de instruir e ilustrar a los hombres, abriendo una nueva era a la regeneración de la humanidad. Este libro es la recopilación de su enseñanza.
Allan Kardec

El éxito de El libro de los espíritus propició la fundación de la Revue Spirite y la constitución formal, en 1858, de la Sociedad de Estudios Espiritistas de París, que Rivail presidiría hasta su muerte.
Su «espíritu protector» le había informado de que en una existencia previa, en el tiempo de los druidas, ambos se habían conocido en la Galia y él se llamaba «Allan Kardec». El libro de los espíritus fue el primer trabajo en que el autor sustituyó por este su nombre real, y el acta de nacimiento del espiritismo latino, que, a diferencia del anglosajón, defiende el supuesto reencarnacionista, particularmente como explicación del origen de las desigualdades entre los hombres, con frecuencia aparentemente injustas.
[Los espíritus] que se comunican a través de los médiums franceses aseguran que la reencarnación es un hecho, en tanto que los que hablan por boca de los médiums británicos y estadounidenses declaran que no es cierto. ¿Cómo podemos conjugar esas discrepancias? (...) son un verdadero obstáculo para muchos espiritistas (...). Los espíritus afirman que después de la muerte no son omniscientes. Por el contrario, llegan a la otra vida con todos sus prejuicios, creencias y opiniones (...) se limita(n) a expresar su propia creencia, que puede o no ser verdad.
Hereward Carrington4

A lo largo de sus escritos, A. Kardec habla de espíritus superiores e inferiores: «Encuéntranse en el mundo de los espíritus, como en la tierra, todos los géneros de perversidad y todos los grados de superioridad intelectual y moral»:5 espíritus buenos y malos, espíritus menores, espíritus malvados y rebeldes, espíritus errantes, espíritus vulgares y espíritus mentirosos «que usurpan a menudo nombres conocidos y venerados» y «dicen haber sido SócratesJulio César,CarlomagnoFenelonNapoleónWashington, etc.». La «comprobación que de su identidad puede tenerse (...) es, efectivamente, difícil; pero si no puede conseguirse tan auténtica como la que resulta de un acta del estado civil, puédese obtenerla presuntiva, por lo menos, con arreglo a ciertos indicios».6 En Qué es el espiritismo, Rivail también admite que algunos espíritus son «mentirosos, fraudulentos, hipócritas, malvados y vengativos» y capaces de utilizar lenguaje grosero. Autores espiritistas posteriores han repetido advertencias en el mismo sentido, que apoyan la afirmación de Allan Kardec: «la sustitución de los espíritus (...) es una de las dificultades del espiritismo práctico; pero nunca hemos dicho que la ciencia espiritista fuese fácil, ni que se la pueda alcanzar bromeando, siendo en este punto igual a otra ciencia cualquiera».7
Los espíritus, siendo simplemente las almas de los hombres, no tienen ni conocimiento supremo ni sabiduría suprema; que su inteligencia depende del progreso que hayan hecho y que su opinión no es más que una opinión personal. [...] No se debe dar ciegamente crédito a todo lo que dicen los espíritus.
Allan Kardec8

Nuevas obras serían sustanciales en la labor de sistematización de las ideas «espíritas» o «espiritistas», ideas que, siendo la clave de su interpretación de las religiones, de orientación unificadora, Allan Kardec no consideraba de índole propiamente religiosa, sino científica, por no estar fundadas en fe ni revelación sobrenatural algunas, sino en la reflexión sobre el hecho de experiencia de las comunicaciones de los propios seres fallecidos:
El espiritismo es a la vez una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica, consiste en relaciones que pueden establecerse con los espíritus; como doctrina filosófica, comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejantes relaciones. Podríamos definirlo así: el espiritismo es la ciencia que trata de la naturaleza, origen y destino de los espíritus y de sus relaciones con el mundo corporal.
Allan Kardec9

Las principales entre las obras aludidas fueron: El libro de los médiums (1860), Qué es el espiritismo (1862), El Evangelio según el espiritismo (1864), El Cielo y el Infierno o la justicia divina según el espiritismo (1865), La génesis, los milagros y las profecías según el espiritismo (1867). Han aparecido, asimismo, ediciones póstumas.
Es interesante que las exposiciones de Allan Kardec viesen la luz en años próximos a los de la aparición de obras como Manifiesto del Partido Comunista (de Karl Marx y Friedrich Engels) o El origen de las especies (de Charles Darwin), mientras se asistía al momento de esplendor del positivismo y el materialismo filosóficos y científicos. En relación con el primero, Allan Kardec presentó su «nueva doctrina filosófica» como respondiendo «a las aspiraciones del hombre respecto del porvenir; pero como apoya la teoría de éste en bases positivas y racionales, se amolda al espíritu positivista del siglo», haciendo «sus prosélitos precisamente en la clase ilustrada, y esto en todos los países del mundo».10 En cuanto al segundo, la coincidencia del espiritismo con la Iglesia católica en su oposición al materialismo, así como en la moral centrada en la caridad, le hacían incomprensible la por otra parte coherente condena doctrinal de Roma, formalizada en la inclusión, en 1864, de las obras de Kardec en el entonces vigente Índice de libros prohibidos. El rechazo eclesiástico ya había dado lugar, por ejemplo, a la quema de 300 libros espiritistas llevada a cabo en 1861 en Barcelona, tras haber sido confiscados por el obispo de esta diócesis a través del Santo Oficio.11

El espiritismo es la prueba patente de la existencia del alma, de su individualidad después de la muerte, de su inmortalidad y de su suerte verdadera; es, pues, la destrucción del materialismo, no con razonamiento, sino con hechos.
Allan Kardec12

Obras
  • 1857: El libro de los espíritus
  • 1859: ¿Qué es el espiritismo?
  • 1861: El libro de los médiums
  • 1864: El evangelio según el espiritismo
  • 1865: El cielo y el infierno
  • 1868: La génesis
  • 1890: Obras póstumas
  • Manual práctico de las manifestaciones
  • Vocabulario espírita
  • 1862: Viaje espírita
  • Colección de oraciones espíritas
  • El espiritismo en su más simple expresión
  • Caracteres de la revelación espírita.

sábado, 19 de enero de 2013



BOVEDA ESPIRITUAL



Las prácticas espiritistas son conocidas desde la antigüedad y se conservan en algunas religiones actualmente. Específicamente, a partir de mediados del siglo XIX, círculos intelectuales de Europa y EEUU, fueron penetrados con la doctrina del espiritismo, las cuales se sustentaban en la posibilidad de comunicación con las almas o espíritus de personas fallecidas a través de posesiones del cuerpo de un médium. El francés Allan Kardec, su principal precursor, establecería los basamentos de esta religión, que tiene miles de seguidores en el mundo.
Hoy en día, en mucho países del Caribe, el espiritismo es una práctica común. En general, sus fundamentos doctrinales son resumidos así por sus fieles:
El espiritismo es la filosofía, la religión universal que promueve a través de reconocidas experiencias el verdadero objetivo de la vida.
Existencia de Dios.
Demostración experimental de la supervivencia y la inmortalidad del alma.
El principio de la reencarnación.
Cada ser humano es el autor de su propio destino.
Todos los hombres son hermanos, por espíritu y origen, pero se encuentran en distintos grados de evolución y conocimiento, de acuerdo con la edad espiritual de cada uno.
Promoción de la caridad, la fraternidad y la solidaridad.
En las ceremonias se utilizan, generalmente, vasos con agua que significan la asistencia a los espíritus protectores, los que se convierten en el medio de comunicación de los hombres con el más allá. De igual forma, se usa la vela que será encendida al comienzo de la misa y se dejará consumir completamente; deberá ser reemplazada en caso de que se haya terminado, cuando aún la sesión no haya finalizado.
Sin embargo, independientemente a sus concepciones fundamentales, el espiritismo en el Caribe ha asumido diversos modos de expresión a partir del contacto e intercambio que ha tenido con otras religiones. Así, por ejemplo aparecen diferentes manifestaciones espiritistas donde emergen rasgos de los cultos y la cosmovisión aborigen, mezclados con elementos propiamente católicos, sin descartar la influencia africana. Todo imbricado dentro del kardecianismo que le sirve de basamento doctrinal.
La influencia del espiritismo no fue igual en todos los sectores de las sociedades caribeñas. En las ciudades, por ejemplo, los adeptos a esta expresión religiosa con cierto nivel cultural, practicaban las lecturas de publicaciones, lo que los mantuvo más arraigado a las teorías de Allan Kardec. En tanto, en las zonas rurales, donde los creyentes generalmente tenían muy baja instrucción y se inclinaban al uso de objetos materiales en sus prácticas rituales, se iba conformando un complejo de creencias diferente, a partir del cual se derivaron determinadas formas de religiosidad popular.
En Cuba, por ejemplo, se puede hablar de dos variantes fundamentales: espiritismo de cordón y espiritismo cruzado. La primera, se localiza en la región oriental de la isla. Aparece como resultado de la evolución de las prácticas religiosas populares durante el período colonial. En él interactúan elementos de la religión aborigen, con algunas influencias católicas y africanas. Esta variante del espiritismo se conoce en Cuba desde la segunda mitad del siglo XIX, aunque su consolidación data de los primeros años del XX. Posee gran riqueza de cantos y movimientos danzarios, que ejecutan los médium en un cordón o cadena, al ritmo de canciones, himnos e invocaciones, que propician el estado de trance o posesión de los ejecutantes por parte de los espíritus. En tanto, la segunda variante, es la conocida como espiritismo cruzado, donde se mezclan, elementos del catolicismo popular con expresiones religiosas de origen africano, particularmente bantú. Tiene también elementos de la Regla Osha y el cordón y está extendido, fundamentalmente, en el área urbana y rural de la provincia Santiago de Cuba.
Sin dudas, el espiritismo en el Caribe, sirve de soporte ritual a muchas prácticas que tienen lugar en estas tierras. Sus principales basamentos teóricos se preservan en los cultos. No obstante, la diversidad de elementos que ha incorporado no permite deslindar con claridad las diferentes modalidades que perviven hoy, las cuales varían en dependencia de sus adeptos, así como del entorno socio-cultural donde tienen lugar.