sábado, 19 de enero de 2013



BOVEDA ESPIRITUAL



Las prácticas espiritistas son conocidas desde la antigüedad y se conservan en algunas religiones actualmente. Específicamente, a partir de mediados del siglo XIX, círculos intelectuales de Europa y EEUU, fueron penetrados con la doctrina del espiritismo, las cuales se sustentaban en la posibilidad de comunicación con las almas o espíritus de personas fallecidas a través de posesiones del cuerpo de un médium. El francés Allan Kardec, su principal precursor, establecería los basamentos de esta religión, que tiene miles de seguidores en el mundo.
Hoy en día, en mucho países del Caribe, el espiritismo es una práctica común. En general, sus fundamentos doctrinales son resumidos así por sus fieles:
El espiritismo es la filosofía, la religión universal que promueve a través de reconocidas experiencias el verdadero objetivo de la vida.
Existencia de Dios.
Demostración experimental de la supervivencia y la inmortalidad del alma.
El principio de la reencarnación.
Cada ser humano es el autor de su propio destino.
Todos los hombres son hermanos, por espíritu y origen, pero se encuentran en distintos grados de evolución y conocimiento, de acuerdo con la edad espiritual de cada uno.
Promoción de la caridad, la fraternidad y la solidaridad.
En las ceremonias se utilizan, generalmente, vasos con agua que significan la asistencia a los espíritus protectores, los que se convierten en el medio de comunicación de los hombres con el más allá. De igual forma, se usa la vela que será encendida al comienzo de la misa y se dejará consumir completamente; deberá ser reemplazada en caso de que se haya terminado, cuando aún la sesión no haya finalizado.
Sin embargo, independientemente a sus concepciones fundamentales, el espiritismo en el Caribe ha asumido diversos modos de expresión a partir del contacto e intercambio que ha tenido con otras religiones. Así, por ejemplo aparecen diferentes manifestaciones espiritistas donde emergen rasgos de los cultos y la cosmovisión aborigen, mezclados con elementos propiamente católicos, sin descartar la influencia africana. Todo imbricado dentro del kardecianismo que le sirve de basamento doctrinal.
La influencia del espiritismo no fue igual en todos los sectores de las sociedades caribeñas. En las ciudades, por ejemplo, los adeptos a esta expresión religiosa con cierto nivel cultural, practicaban las lecturas de publicaciones, lo que los mantuvo más arraigado a las teorías de Allan Kardec. En tanto, en las zonas rurales, donde los creyentes generalmente tenían muy baja instrucción y se inclinaban al uso de objetos materiales en sus prácticas rituales, se iba conformando un complejo de creencias diferente, a partir del cual se derivaron determinadas formas de religiosidad popular.
En Cuba, por ejemplo, se puede hablar de dos variantes fundamentales: espiritismo de cordón y espiritismo cruzado. La primera, se localiza en la región oriental de la isla. Aparece como resultado de la evolución de las prácticas religiosas populares durante el período colonial. En él interactúan elementos de la religión aborigen, con algunas influencias católicas y africanas. Esta variante del espiritismo se conoce en Cuba desde la segunda mitad del siglo XIX, aunque su consolidación data de los primeros años del XX. Posee gran riqueza de cantos y movimientos danzarios, que ejecutan los médium en un cordón o cadena, al ritmo de canciones, himnos e invocaciones, que propician el estado de trance o posesión de los ejecutantes por parte de los espíritus. En tanto, la segunda variante, es la conocida como espiritismo cruzado, donde se mezclan, elementos del catolicismo popular con expresiones religiosas de origen africano, particularmente bantú. Tiene también elementos de la Regla Osha y el cordón y está extendido, fundamentalmente, en el área urbana y rural de la provincia Santiago de Cuba.
Sin dudas, el espiritismo en el Caribe, sirve de soporte ritual a muchas prácticas que tienen lugar en estas tierras. Sus principales basamentos teóricos se preservan en los cultos. No obstante, la diversidad de elementos que ha incorporado no permite deslindar con claridad las diferentes modalidades que perviven hoy, las cuales varían en dependencia de sus adeptos, así como del entorno socio-cultural donde tienen lugar.